dimecres, de juliol 19, 2017

stardate: miralls creuats



"Sólo en el espejo de otra vida semejante a la mía adquiero certidumbre de mi realidad."
Islas, María Zambrano

"Si les dones no recuperem certes creadores oblidades i encara marginades, qui ho farà? No crec que ho facin els homes."
Maria Àngels Anglada, Entrevista d'Imma Merino, El Punt, 5/1/1992

Em refereixo a la lectora que, conscient o inconscientment, busca en les autores una complicitat que els autors no poden donar-li per molt que li parlin a cau d'orella; una complicitat 'femenina', si em permeteu.

Literatura al marge, passats els anys clau de la Transició, el que es veuria és allò que deia Josep Pla, que el món avança però no progressa. I, com sabem bé, encara n'estem pagant les conseqüències.

"Li passa a molta gent, feia la Natàlia, et creus protagonista d'una relació que, avui dia, és habitual. Senyora independent que estima un senyor que és casat. I prou. Però la Norma pensava en els deportats als camps nazis, en tots aquells que havien sobreviscut gràcies a haver-se emportat el seu temps d'amor com a record."
Natàlia Miralpeix a L'hora violeta

dimarts, de juliol 11, 2017

stardate: el cuento de la criada


Como nací en 1939 y mi conciencia se formó durante la Segunda Guerra Mundial, sabía que el orden establecido puede desvanecerse de la noche a la mañana. Los cambios pueden ser rápidos como el rayo. No se podía confiar en la frase: "Esto aquí no puede pasar." En determinadas circunstancias, puede pasar cualquier cosa en cualquier lugar.

Si quiere decir una novela en la que las mujeres son seres humanos -con toda la variedad de personalidades y comportamientos que eso implica- y además son interesantes e importantes y lo que les ocurre es crucial para el asunto, la estructura y la trama del libro... Entonces, sí. En este sentido, muchos libros son feministas.

Digamos que es una antipredicción: si este futuro se puede describir de manera detallada, tal vez no llegue a ocurrir. Pero tampoco podemos confiar demasiado en esta idea bien intencionada.

Esa clase de amor viene y se va, y después es difícil recordarlo, como el dolor. Un día mirabas a ese hombre y pensabas: Yo te amaba, y lo pensabas en tiempo pasado, y te sentías maravillada, por que era una tontería, algo sorprendente y precario; y también comprendías por qué en aquel momento tus amigos se habían mostrado evasivos.

Si no te gusta, cámbialo, nos decíamos mutuamente y a nosotras mismas. Y así, cambiábamos a ese hombre por otro. Estábamos seguras de que el cambio siempre se hacía para mejorar. Éramos revisionistas; nos revisábamos a nosotras mismas.